Si usted o un familiar suyo ha sufrido una fractura de alguno de los huesos de la cara, es muy probable que sea atendido por un cirujano plástico, ya que es uno de los especialistas con más experiencia en este tipo de traumas.
Las fracturas más frecuentes son las de la nariz, que en muchas ocasiones necesitan tratamiento con cirugía, para evitar deformidades y aplastamientos que alterarían el aspecto estético y la función nasal.
Fracturas como las de los maxilares pueden requerir cirugías para unir los huesos y recuperar la mordida que se ha alterado. En algunos pacientes (no en todos), es necesario fijar los dientes de manera transitoria (no se puede abrir la boca por un tiempo), mientras los maxilares sanan adecuadamente para mantener así una mordida normal.
Cuando se afecta la órbita (cuencas de los ojos), las cirugías se realizan para recuperar la armonía facial y mantener los movimientos y posición normales de los ojos y párpados.
Las cirugías de fracturas de la cara se realizan en los días siguientes al accidente, una vez las condiciones del paciente sean estables, se tenga la disponibilidad del grupo tratante y los materiales adecuados. Los mejores resultados se obtienen operando lo más rápidamente posible; retrasos de semanas o meses pueden convertir lesiones o fracturas sencillas en problemas más serios y a veces intratables.