La cirugía nasal o Rinoplastia es una de las más frecuentemente realizadas por los cirujanos plásticos, con la finalidad de dar una nueva forma a la nariz; corrigiendo deformidades de nacimiento, adquiridas por traumas o accidentes o simplemente para obtener una nariz con características estéticas más aceptables.
Si usted está pensando en hacerse cirugía nasal, debe buscar información amplia, la cual obtendrá durante la consulta. Leer y entender este boletín le ayudará también de manera considerable.
Toda persona que presente o sienta que tiene algún problema relacionado con la forma de su nariz y haya entendido y aceptado las ventajas, desventajas, riesgos e imprevistos que implica hacerse una intervención quirúrgica.
No hay unos límites definidos de edad, pero es mejor realizarla cuando ya haya finalizado el crecimiento de la cara, es decir, desde los 16 a 18 años. Se opera indistintamente en hombres y en mujeres sanos, que una vez examinados no presenten riesgos significativos y se beneficien adecuadamente de la cirugía.
La cirugía nasal se debe preparar con suficiente anticipación. Es prudente disponer de un buen tiempo para la recuperación, tal como unas vacaciones o un tiempo libre de trabajo; no suele ser prudente disponer de sólo dos o tres días (fines de semana, puentes etc.).
No es conveniente esperar salir a vacaciones para hacer la primera consulta ya que se realizará un estudio fotográfico, exámenes de sangre, valoración preanestésica, solicitud de turno en sala de operaciones, etc., lo que toma un tiempo de una a dos semanas.
Aunque el anestesiólogo le indicará los preparativos finales para el día de la cirugía, es conveniente recordar que se debe llegar con un acompañante que debe estar con usted por lo menos las primeras 24 horas, usar ropa cómoda como sudadera o ropa deportiva; desde unas semanas antes no se deben tomar medicamentos que aumenten el riesgo de hemorragias, como Aspirina o derivados antiinflamatorios; si recibe drogas anticoagulantes debe haber avisado previamente. No ingiera licor la noche anterior y asista completamente en ayunas.
La nariz estéticamente aceptable conserva su armonía con el resto de la cara, suele tener un dorso recto, con una punta nasal definida, bien proyectada y adecuadamente separada del labio superior. Aunque cada caso se debe analizar por aparte, la cirugía generalmente se efectúa para lograr alguno de esos efectos, conservando el aspecto natural nasal y evitando apariencias artificiales o narices excesivamente operadas, sin olvidar que ella es un órgano muy importante en la respiración.
Generalmente hacemos toda la cirugía, por dentro de la nariz, pero en algunos pacientes es necesario usar incisiones que pueden dejar cicatrices casi siempre poco visibles en la columnela (esa pequeña columna de piel entre las dos fosas nasales), o en la región lateral de las alas nasales.
En algunos pacientes y para mantener la armonía de la cara, se pueden planear durante la misma operación algunos procedimientos complementarios, como el aumento del mentón o mentoplastia de aumento, la disminución de las mejillas y papada por liposucción y otros que ayuden a un mejor resultado del aspecto facial.
También es frecuente que la rinoplastia sea acompañada de otras cirugías de mayor tamaño, siempre y cuando los riesgos sean aceptables y el tiempo de la cirugía no se prolongue demasiado.
El lugar en que realizamos la cirugía es en una de las salas de operaciones completamente equipada, que ofrece la seguridad básica, como las que existen en nuestro hospital y clínica locales. Empleo usualmente anestesia general, ingresando en la mañana y saliendo en horas de la tarde (ambulatoria); la cirugía en sí, tiene una duración aproximada de dos horas.
Toda cirugía tiene riesgos tales como infección, hemorragia y aún la muerte; afortunadamente suelen ser muy bajos cuando realizamos cirugías de tipo electivo, es decir, haciendo una cuidadosa valoración (exámen del paciente, exámenes de laboratorio, valoración previa por médico especialista anestesiólogo) antes de hacer la operación. De todas maneras se debe pensar siempre de manera muy amplia en las ventajas y desventajas de cada caso en particular y muy seguramente, si las desventajas son mayores o los riesgos muy altos, tanto usted como yo decidiremos no realizar la cirugía.
La ley colombiana protege a los pacientes y antes de cualquier operación no urgente, usted deberá conocer y firmar un documento conocido como consentimiento informado.
Al despertar usted sentirá que no puede respirar por la nariz, ya que usualmente se dejan tapones, cintas y un yeso, puede aparecer hinchazón (edema) y morados (equímosis) alrededor de los ojos y mejillas, que son variables en cada paciente.
Suele haber mucho menos dolor del esperado y generalmente se puede controlar bien con drogas, sin embargo, siempre hay molestias de obstrucción nasal, sequedad de la boca y dificultad para dormir.
No es raro que se presente vómito en las horas iniciales y en algunas ocasiones, vómito con pocas cantidades de sangre, que fue ingerida involuntariamente durante la operación.
Los tapones se retiran en uno a cinco días, y el yeso en unos doce a quince días, la hinchazón inicial desaparece en la primera semana, y los morados en la tercera o cuarta. Se hace necesario esperar algunos meses para ver los resultados finales.
Son: reposo, cabecera de la cama levantada, tomar sólo líquidos unas seis horas después de la anestesia y luego ir cambiando hacia dieta normal; aplicar hielo por períodos de 20 minutos cada hora durante el primer día; tomar solamente la medicación formulada y avisarme por buscapersonas en caso de cualquier cosa anormal, como vómito persistente, dolor o hemorragias muy fuertes.
El primer control en consulta es en uno a cinco días, allí se retirarán tapones y puntos externos si los hay; el segundo control es en doce a quince días, en donde cambiaremos o retiraremos definitivamente el yeso; usted ya apreciará los cambios iniciales de su nueva nariz. Se le recomendarán algunas cosas adicionales con respecto al aseo nasal, exposición al sol, piscinas, uso de gafas y otras preguntas que usted no debe olvidar hacer en ese momento. Usualmente se realizarán otros controles a las seis semanas, seis meses y un año después de la cirugía, a menos que usted o yo creamos necesario hacerlo más frecuentemente.
En la inmensa mayoría de pacientes se obtiene mejoría del aspecto de la nariz, pero si usted ha pensado en obtener una nariz perfecta o de modelo, seguramente desistirá de hacerse la operación una vez hallamos hecho nuestra primera entrevista, ya que una condición para operarse es tener expectativas reales, es decir, saber que se van a obtener mejorías con logros estéticos en la inmensa mayoría de pacientes, sabiendo que lo que se realizará es una cirugía, por alguien adecuadamente entrenado para ello y que puede ofrecer de él lo mejor, para que usted sea un paciente informado y satisfecho.