La piel es el órgano más extenso del organismo y cumple funciones que tienen que ver con la vida misma. En ella vemos multitud de tumores, manchas, pecas y lunares, que por alguna razón pueden llegar a tener que ver con los cirujanos plásticos. Prácticamente no existe un solo ser humano con una piel absolutamente limpia, ya que todo el mundo presenta en algún lugar, una o varias pecas manchas o lunares. De igual manera, la piel es el sitio más frecuentemente afectado por el cáncer, que eventualmente puede ser tratado con cirugía para retirarlo y reconstruir la parte afectada.
Es el tipo de cáncer más común del organismo. Afortunadamente, por estar ubicado a la vista, la mayoría de pacientes consultan a tiempo y pueden ser curados completamente.
Los tres tipos de cáncer de piel más comunes son:
1- Carcinoma basocelular,
2- Carcinoma escamocelular o epidermoide y
3- Melanoma,
El primero es el más común, pero afortunadamente el menos peligroso y el tercero es el menos frecuente pero potencialmente mortal.
El cáncer de piel tiene múltiples maneras de presentarse, pero usualmente se manifiesta como un ¨grano¨ de aspecto brillante que crece con los meses y presenta algunas pequeñísimas venas alrededor; en otras ocasiones, como una mancha o placa similar a una cicatriz brillante. En algunos pacientes puede ser una herida que no cierra y hasta puede aumentar de tamaño con el paso de las semanas o meses; en el caso del melanoma suele aparecer sobre una peca o lunar ya existente, que va cambiando de color, creciendo y sus bordes se vuelven irregulares.
Se sabe que la exposición a la radiación ultravioleta es uno de las causas de cáncer de piel; esta radiación se encuentra en la luz del sol, aún en los rayos indirectos, y en algunas fuentes de luz como lámparas de luz día etc; por tal razón vivir en un país tropical como Colombia puede ser un factor de riesgo importante.
Las personas más fácilmente afectadas son las de piel muy blanca y rubias, las que por razón de su trabajo o deporte permanecen largas horas bajo el sol directo, en especial en horas del medio día; los que en su familia tengan parientes cercanos con cáncer de piel, y haber sufrido quemaduras con ampollas varias veces en épocas anteriores, también facilita el proceso.
Cuando ha habido mucha exposición al sol comienzan a aparecer lesiones como costras que no desaparecen, llamadas queratosis, en las que puede aparecer después el cáncer; o placas blancas en los labios llamadas leucoplasias, que también pueden ser origen de cáncer.
Ya usted habrá deducido que no exponerse al sol es la principal manera de evitar el cáncer de piel, por tanto, prácticas como broncearse no son recomendadas. Si por alguna razón tiene que exponerse a la luz directa del sol evite hacerlo en las horas más fuertes y use protección como manga larga en camisa y pantalón, cachucha o sombrero. Utilizar cremas protectoras solares es altamente recomendado; cuando se suda mucho o se está dentro de una piscina, hay que aplicarse protector de manera permanente; nunca se queme o deje a sus hijos o familiares quemarse hasta tener ampollas.
Examínese frecuentemente todo el cuerpo y si observa una lesión sospechosa, un ¨granito¨ que lleva ahí varias semanas, cambios de color, aumento de tamaño o irritación de un lunar o una herida que no cierra, consulte a un médico especialista en el tema, como un cirujano plástico o un dermatólogo.
La gran mayoría de personas nacemos con, o desarrollamos algún tipo de lunar durante la vida, generalmente son benignos, es decir que no son cancerosos; sin embargo, algunos cánceres como el basocelular pueden en alguna etapa de su desarrollo asemejarse a un lunar, o tumores como el melanoma pueden iniciarse en un lunar.
Por tal motivo se deben retirar lunares que presenten cambios recientes de aumento de tamaño, en especial cuando pasan de medio centímetro, cambios de coloración, lunares que se desborden de sus límites, lunares inflamados o irritados, y lunares que estén en zonas donde se puedan molestar continuamente con las joyas, como en la nuca o cuello.
Se recomienda también retirar lunares en las plantas de los pies, palmas de las manos, uñas y genitales. Cuando se habla de melanoma se describen cuatro signos que nos permiten reconocerlo y los recordamos con las letras ABCD así:
A: de Asimetría o crecimiento irregular de un lunar, más en un lado que en otro.
B: de bordes irregulares que se salen más allá de los límites originales del lunar.
C: de color irregular con distintos tonos o moteados dentro de una misma mancha o lunar.
D: de Diámetro haciendo referencia a lunares o manchas de más de 6mm. Que se vuelven entonces sospechosas.
Lunar sospechoso, ha crecido asimétricamente, sus bordes son irregulares, y se salen de los límites iniciales, es posible que se trate de un melanoma.
Algunos lunares que se presentan al nacimiento y son muy extensos, oscuros y con pelos, abarcando por ejemplo toda la espalda y nalgas; otros que se presentan generalmente en la cabeza y son de aspecto de verrugas grandes, pueden degenerar en cáncer y requieren que sean retirados.
Finalmente algunos lunares que afean el rostro pueden requerir ser retirados por razones puramente estéticas.
A pesar de todo lo mencionado arriba hay que entender que la inmensa mayoría de los lunares son normales y no necesitan ser operados. Consultar a un experto y su conocimiento sobre el tema le ayudarán a tomar la decisión correcta.
Existen múltiples maneras de tratar el cáncer de piel. La gran mayoría de las veces consiste en cirugía, que dependiendo de la magnitud, podrá ir desde la simple excisión o retirada de la lesión sospechosa, con un margen de piel normal para quitar el mal de raíz, (lo cual se hace generalmente de manera ambulatoria y con anestesia local), hasta cirugías mucho más complejas con anestesia general, hospitalización y procedimientos reconstructivos extensos.
Después de la cirugía lo que se ha quitado se envía para un examen bajo microscopio, lo que se conoce como patología; allí, además de determinar de qué tipo de cáncer se trata, se examinan los bordes y se sabe si el cáncer salió o no completamente. En la gran mayoría de pacientes con la primera cirugía es suficiente, pero en otros pocos se pueden requerir otros procedimientos o cirugías adicionales para terminar de retirar el cáncer.
Dependiendo de la parte afectada como por ejemplo nariz, labios orejas o párpados, el cirujano plástico tendrá que emplear técnicas de reconstrucción que pueden variar en complejidad y que van desde los injertos y colgajos a cirugías más extensas.
En la inmensa mayoría de pacientes, con la cirugía se considera el caso como curado, pero dependiendo del tipo y extensión del tumor, puede ser necesario considerar tratamientos complementarios como irradiaciones o radioterapia, y quimioterapia o drogas anticancerosas.
Sea cual fuere su caso deberá estar alerta ante nuevos signos de alarma o lesiones sospechosas en su piel. Recuerde que nunca es tarde para iniciar y mantener las medidas de protección del sol.